21.5.08

Cosas mejores que el oro. Parte 2

Cuando abordé el tema de que hay cosas mejores que el oro, me introduje diciendo que el oro y la plata son importantes hasta para Dios. ¿Por qué comienzo diciendo esto? Porque la mayoría de las personas caen en el extremo de despreciar la prosperidad; separan el bienestar económico de la gloria de Dios, y éste también va incluido entre las bendiciones que Dios también nos ha dado y no se debe de despreciar. Antes bien, debemos de aprender a usarlo para honrar y glorificar a nuestro Señor.

La mayoría de veces, nosotros en nuestras vidas le prestamos más atención al dinero, en vez de proporcionarle esa atención a lo que lo produce. Las personas tienen anhelos de producir mucho dinero, pero estudian poco, quieren tener prosperidad, pero trabajan cada día menos y esas son cosas que están divorciadas una de la otra.

En 1 Pedro 1:6 dice: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”.

La Biblia habla de cosas que son más importantes que el dinero. Tal vez has perdido tu bienestar económico, y no te has dado cuenta que no has perdido y que todavía tienes, si logras poner atención en lo que aún posees, podrías ver que tienes lo más importante para volver a producir lo que has perdido. Eso que todavía conservas es tu fe.

Muchas veces, las personas se preocupan por la situación de crisis en que vivimos hoy en día, pero no se dan cuenta que tienen algo mucho más importante que el bienestar económico o los bienes materiales que puedan llegar a poseer, y eso es la fe.

El mismo Dios que puso el oro en la tierra, puso la fe en su corazón. Y si bien es cierto el oro es probado en el crisol, la fe también es probada, pero en las pruebas.

Si tú has perdido mucho dinero, mira también que no has perdido la fe que un día Dios te dio. Si tú tienes fe, lograrás producir otra vez lo que alguna vez perdiste, lograrás levantarte. Cuando te veas afectado por la perdida de algo, recuérdate que dentro de ti ha existido la fe para producirlo.

El sistema en que vivimos nos da la idea de que nuestros ancianos no son productivos, más la Biblia nos muestra que Dios utilizó muchos ancianos productivos. La fe no tiene edad. Renovemos nuestra mente. La fe no envejece, no es una cuestión de edad, es una cuestión de corazones.

En los estudios anteriores, hablé que el oro y la plata le pertenecen a Dios, y que para Él es importante. Pero también que hay cosas mucho más valiosas que el oro, como la fe.

La segunda cosa que es más preciosa que el oro está en Proverbios 22:1 donde dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas. Y la buena fama más que la plata y el oro”.

La segunda cosa que es más preciosa que el oro está en Proverbios 22:1 donde dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas. Y la buena fama más que la plata y el oro”.

Hay personas que valoran más el dinero que su nombre y la fama que puedan tener. A este tipo de personas no les importa cómo hacer negocios porque su objetivo es hacer dinero, y no se dan cuenta en medio de su ambición, que su nombre y aún su apellido, son mucho más importantes que cualquier cosa material que puedan producir. Si posees un buen nombre, aunque pierdas tus negocios, puedes levantarte fácilmente. El poseer una buena fama y un buen nombre vale más que todo el oro y la plata juntas.

Siempre que se habla de alguien, se menciona un nombre, y aunque muchas personas tengamos el mismo nombre, se menciona un concepto diferente de la persona.

La Palabra de Dios dice que: “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y el temor de Jehová”. (Proverbios 22:4) La gente honrada puede llegar a tener riquezas. Es parte del bienestar, la bondad y la misericordia de Dios extendida a nosotros. Si eres un hombre respetuoso de Dios y tienes humildad en el corazón, Él te llevará a producir riquezas honradamente sin perder tu vida. La voluntad de Dios es que prosperes honradamente.

En el Salmo 19:9 dice: “El temor de Jehová es limpio, permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal”. Dios le prometió al pueblo de Israel que iba entrar a una tierra donde destilaba leche y miel, pero por medio del salmista les está recordando que hay algo más importante que toda la miel que van a ir a recoger a la tierra prometida, y eso es su Palabra.

La fe, el buen nombre, el temor de Dios y la creencia en su Palabra son cosas mucho más importantes que cualquier bien material, y que el dinero. Estas son las cosas que nos ayudarán a alcanzar las promesas de Dios.

La fe te llevó a producir la prosperidad que un día tuviste. Pudiste haber pasado por pruebas o adversidades económicas y ahora no tienes tanto como antes. Pero sin no has perdido la fe, puedes volver a formar todo aquello que un día tuviste y aún más. Puedes volver a ser próspero y salir adelante económicamente. Tu fe es el mayor capital que posees, pues la fe es mucho más preciosa que el oro.

El buen nombre y la buena fama son mejores que el oro y las muchas riquezas, y las personas asocian un nombre a una fama que uno mismo se ha hecho. Dios quiere prosperarnos, pero desea que lo hagamos honradamente.

La Biblia nos dice en Proverbios 16:16 que: “Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata”. La inteligencia, sabiduría y conocimiento se adquieren estudiando y aprendiendo. Por lo tanto, cuando Dios nos llama a algo, Él quiere que nos capacitemos. Dios no llama al capacitado, capacita al llamado. Eso es verdad, pero no lo capacita sin que esta persona haga algo. La capacidad se adquiere. Entre más tomamos sabiduría y nos exponemos a ella, más nos damos cuenta de lo mucho que nos hace falta. Busca la sabiduría, pues ella misma nos llevará a la prosperidad. Ser sabio es mejor que tener dinero.

La Palabra de Dios nos muestra en Proverbios 17:1 que: “Mejor es un bocado seco y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones”. También nos enseña la Biblia que es mejor comer legumbres donde hay amor que ganado engordado donde hay rencillas o pleitos (Proverbios 15:17). Y es mejor habitar solo en la terraza y en paz que en una casa amplia y espaciosa con una mujer que ocasiona pleitos (Proverbios 25:24). Debes velar por mantener vivo el amor y la paz en tu hogar, ya que eso es mucho más importante que cualquier otro bien material.

Hay cosas más importantes que hacer dinero y que lo que el dinero compra. Mientras más bendición de Dios se tiene, menos afán deberían de tener y menos pleito debería de haber en los hogares. Todos sueñan con una casa amplia llena de provisiones. Pero un sueño mejor que ese, es soñar con un buen hogar, lleno de paz y de amor que viva dentro de esa casa.

Hay cosas mejores que el dinero, búscalas, pero conserva las que ya tienes, porque Dios te las quiere dar. Lo más valioso del mundo es tener a Dios en el corazón. Por Cash Luna


Roberto Coceres
http://www.robertococeres.mycoastalsystem.com

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